Segunda convivencia invernal en la Montaña Palentina - Ecoopera
Por segundo año consecutivo las convivencias juveniles de invierno de Ecoopera se han desarrollado en la Montaña Palentina: ruta por la montaña nevada, voluntariado medioambiental en la Bosqueescuela de Perapertú y visitas al patrimonio artístico y natural de la zona han sido las actividades realizadas.
Desarrollo rural, Bosqueescuela, Perapertú, Tremaya
1002
post-template-default,single,single-post,postid-1002,single-format-standard,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-10.1.1,wpb-js-composer js-comp-ver-6.1,vc_responsive

Segunda convivencia invernal en la Montaña Palentina

Por segundo año visitamos la Montaña Palentina y descubrimos el patrimonio natural, cultural y humano de la zona.

Nos hemos vuelto a reunir del 21 al 24 de febrero en la Montaña Palentina. Nuestro objetivo: ofrecer otra forma de experimentar el rural y la naturaleza a un grupo de personas inquietas que han querido sumarse a la aventura. Tras unas cuantas semanas organizando estas convivencias, estos cuatro días se nos han pasado volando, por eso queremos compartirlos con vosotras, ¡para no olvidarlos!

La Montaña Palentina es una comarca con una gran riqueza natural. En ella se encuentran el  Parque Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, el Espacio Natural de Covalagua y el Espacio Natural de Las Tuerces. También el Espigüete, uno de los puntos más altos de los Picos de Europa. Ve nacer también a dos grandes ríos: el Carrión y el Pisuerga, que atraviesan las ciudades de Palencia y Valladolid, respectivamente. Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga o Guardo son algunas de las localidades más conocidas de esta zona de la provincia palentina.

La Pernía es una de las subcomarcas de la Montaña, además de un municipio, que incluye en su término localidades como Piedrasluengas, San Salvador de Cantamuda o Tremaya. Es justo en esta ubicación donde hemos estado: un impresionante paraje natural y mucho más… porque la Montaña Palentina  es mucho más que paisaje. En ella encontramos un sinfín de ejemplos de emprendimiento y de gestión que dan vida al lugar, ¡un montón de valor humano!

De nuevo hemos desplegado nuestros encantos para conocer y colaborar con iniciativas presentes en el territorio y así situarlas en el lugar que las corresponde. De este modo, el jueves empezaron a llegar las participantes al Albergue de Tremaya, donde nos alojamos un numeroso grupo en torno a su maravillosa chimenea.

Como aún éramos poquitas, nos acercamos a ver la nieve e hicimos una visita a Esteban y Socorro, del Hotel Rural – Restaurante vegetariano Las Encinas, en Santa María de Redondo. Un nuevo enclave desde el que conocer la zona con una luz envidiable.

El viernes nos acercamos a Perapertú, a colaborar con Nacho y Rita en su Bosque Escuela, volcada en la capacitación medioambiental que busca remediar en la práctica los males de una educación ambiental que no resuelve el problema. Les echamos una mano despejando un zona de paso y bajamos a conocer el avellanar en que comenzarán a trabajar para paliar la creciente matorralización, debida a la falta de uso y pasto de los montes.

Finalizamos la jornada recogiendo a unas cuantas personas en San Salvador de Cantamuda, visitando su bella colegiata románica gracias a Sara, técnica del Ayuntamiento, que amablemente nos introdujo en su contexto.

El sábado fue nuestro día fuerte: madrugamos un poquito para acercarnos al entorno de Peñabismo, en el Valle del Cerezo, junto a Manuel, de Entre Valles y Cumbres. Con él pudimos tantear el terreno caminando desde Camasobres, familiarizarnos con el entorno natural y las especies vegetales y animales del lugar y… sudar un poquito bajo un sol que, combinado con la nieve que aún quedaba, nos hicieron disfrutar como enanos.

Por la tarde tuvimos un coloquio muy interesante con Socorro, Gera, Mónica y Blanca, cuatro mujeres que apuestan por trabajar en el rural palentino. Gera gestiona ahora el Albergue de Tremaya, Mónica es una de las cabezas inquietas de Vida Propia y Blanca de la organización conservacionista WWF España.

Las cuatro abrieron un debate desde sus vivencias personales, sobre las posibilidades del rural en la actualidad, así como sus dificultades: Sin cobertura 4G, sin servicios de transporte público, sin recogida de basura selectiva, sin población … ¿cómo podemos continuar?

Recuperar saberes y prácticas tradicionales, trabajar en común y avanzar desde el ecologismo parecen la clave… sin olvidar la necesidad de mantener viva la economía del territorio. Para ello el consumo de proximidad se plantea como una estrategia fundamental y la revalorización de todo lo que se hace en el rural, es básica. Sólo así lograremos un desarrollo verdaderamente sostenible. A ello creemos contribuir desde Ecoopera con estas pequeñas acciones, generando sinergias y tejiendo red.

El domingo finalmente visitamos la Reserva de Bisonte Europeo Bison Bonasus en San Cebrián de Mudá,  donde comprobamos en primera persona como el conservacionismo puede ser un motor de desarrollo territorial, y observamos de cerca a estos majestuosos animales, además de conocer a las personas que hacen posible esta realidad.

A la hora de comer, volvimos a Perapertú para echar el cierre a estas intensas jornadas de convivencia como mejor sabemos hacer: en torno a una olla y en agradable charla, contagiándonos unos a otras de energías, ideas y metodologías con las que conseguir nuestros objetivos comunes.

Gracias, una vez más, a todas las personas colaboradoras, a quienes os habéis sumado en esta ocasión por vez primera y a quienes continuáis a nuestro lado. Estas ocasiones son nuestros mejores premios por el trabajo realizado. ¡¡Seguimos!!



Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies